2020 y la conjunción Saturno-Plutón


Esta conjunción fue la que, al conocer su influencia, me sedujo a indagar en la astrología ya que como Acuariana de Sol y Ascendente, mi marcado arquetipo humanista, revolucionario e innovador entendió que en la observación del cielo, en el que tan bien nos movemos por la tendencia a la imaginación y a lo que hay más allá de lo visible, se pueden encontrar los indicios para responder a las preguntas que la humanidad siempre se ha hecho.
La coincidencia de esta conjunción con los acontecimientos más significativos de todos los siglos la convierte en algo de profundo estudio y atención para los astrólogos.
El año 2020 es un año clave en este sentido, y viene recargado con la entrada de Júpiter al espacio capricornio.
Una conjunción astrológica se produce cuando el ángulo de influencia energética de los arquetipos estelares se encuentra en un orbe compartido de cinco grados o menos.
Saturno y Plutón coinciden en ese orbe cada 35/36 años y la potente energía que combinan no es de las mejores. Son arquetipos oscuros que desencadenan procesos internos de resistencia.
El punto exacto de esa conjunción, se va a dar el 12 de enero al mediodía en los 22º 46`del espacio capricornio. Muy cerquita estarán el Sol y Mercurio, que integrarán esa conjunción volviéndola un Stelium de planetas.
En el momento de la conjunción, el ascendente estará por Aries, lo cuál pone al espacio Capricornio cubriendo el área de la experiencia vinculada a la profesión y el rol social, el área más afectada de esta conjunción. El modo de trabajo cambiará, nuevos trabajos aparecerán y otros se perderán; el modo de trabajar será distinto, habrá nuevas leyes, nuevas formas, nuevos medios. Cinco de los diez arquetipos planetarios que estudiamos van a fusionarse en capricornio, anunciando un gran año para los arianos en este aspecto; un año de mucha revolución en el ámbito de las relaciones contractuales (matrimonio y sociedades) para los librianos; y un año de grandes cambios en lo que hace a las relaciones laborales y el hogar para los cancerianos.
Como todos tenemos al arquetipo capricornio en algún área de nuestra carta natal, es ahí en donde notaremos más esta influencia; pero particularmente a quienes tienen ascendentes y casa de la profesión con los arquetipos ariano y capricorniano, a los que según su ascendente son regidos por los arquetipos solar (Leo), mercurial (Géminis), saturnino (Acuario) y plutoniano (Escorpio). Es decir que no sólo se verá afectado el área de la carta en el que tenemos a Capricornio, sino en área en el que esté cualquiera de los planetas vinculados a esta conjunción. Es importante que busquen la manera de hacerse una carta natal para saber con más precisión en dónde se manifestarán las influencias, pero sepan que todos vamos a sentir un gran cambio en algún área de la vida.
Esto es lo que yo llamo una conjunción pura, porque ninguno de los planetas involucrados está en relación sextil, trigonal, de cuadratura, quincuncio u oposición con los planetas que están en el resto del círculo astral. El resto de los planetas sí generan algunas relaciones entre sí ese día, pero lo intenso de esto es que las relaciones de conjunción en este grado de capricornio van a estar condensando la energía de una manera que no va a pasar desapercibida.



Plutón y Saturno son implacables. Plutón está gestando cambios desde 2008 y obligándonos a hacernos cargo de lo que nos aspecta en la zona de la carta influenciada por él. Es una energía destructora y oscura; a través de la crisis nos transforma. Como regente del arquetipo escorpiano es una energía que nos lleva hacia el sótano, hacia el inconciente del inconciente, bien abajo de todos los esquemas, movilizando todas las estructuras, murallas, limitaciones. Se trata de que encontremos ese fondo para salir de la lucha del poder, de la estructura que nos da seguridad.
Saturno es la energía paternal, el maestro superior, lo que nos gobierna, el que nos limita; en este sentido también rige las maneras en las que los pueblos organizan sus instituciones y leyes.Saturno entró en Capricornio en 2017 y desde allí sentó el trono de regencia, esta vez compartido con un Plutón que viene haciendo ebullición desde lo más profundo. Lo que se venía gestando llega a su madurez y habrá que parirlo o vomitarlo de una patada (como cuenta la mitología).
No son energías amigas entre sí, son dos principios de existencia muy distinta. En la mitología, Saturno devoraba a sus hijos y Plutón fue el primero de ellos. Al ser el primer hijo devorado es el que estuvo más tiempo en la oscuridad hasta ser salvado por Júpiter, que le dio una patada en el estómago a su Padre, Saturno. De ahí la importancia de este paso jupiteriano por esta conjunción, durante dos importantes momentos de 2020: el 4 de abril (Júpiter - Plutón) y el 21 de diciembre (Júpiter -Saturno), cuando se producirá el destronamiento.
Cuando Saturno y Plutón están juntos no caben los berrinches y al ser una energía conjunta muy poderosa todo va a tambalear. No es que en un día sucedan cosas repentinas, desde hace años vienen generando cambios y en el último diciembre llegó la energía de Júpiter a ese transitado Capricornio. Los hechos han ido en creciente escalada y así seguirá cuando Marte llegue también a Capricornio, el 17 de febrero. Ahí llegará lo implacable, la guerra, la fuerza, la resistencia. Los poderes externos e internos van a luchar entre sí y vamos a estar muy convulsionados.
Vamos a alcanzar la madurez en el área de nuestra vida en donde esté Capricornio, pero eso se logra a través de la crisis, Plutón y Saturno no conocen otra manera. Si vivimos esta crisis de manera reactiva, va a ser un año muy complejo.
Como todos los planetas, sus ciclos son un nuevo inicio y la finalización del anterior. En este caso el ciclo anterior se dio en Libra, el 7 de noviembre de 1982. También durante ese año se conoció el virus del SIDA/HIV, cuando aparecieron los primeros 5 casos de un agente desconocido hasta ese momento. El pico máximo de contagio sucedió en 1996 y aparecieron los primeros tratamientos antirretrovirales para disminuir la letalidad del virus. Unos meses antes había sucedido la Guerra de Malvinas y fue un tiempo de finales para las dictaduras militares latinoamericanas. Luego, en 2001 las energías de Saturno y Plutón entraron en oposición y sucedieron atentados y caídas de gobiernos. Durante la cuadratura de 2010 sucedió el terrible terremoto en Haití, que dejó un saldo de más de 200 mil muertos e incalculables daños materiales.
Durante el S XX Saturno y Plutón también se encontraron en ocasión de la Primera y Segunda guerras mundiales. ¿Habrá una tercera? Esperemos que no, aunque los planetas estén influenciando para que esto suceda. De no haber una guerra, seguramente un fenómeno global tendrá lugar, algo que cambiará la manera de relacionarnos entre nosotros y con el medioambiente, con el colectivo social y con el gobierno.
El cielo no se encontraba con Saturno y Plutón en Capricornio desde 1518, menudo año para la humanidad: nuevo Rey en España, comienzo del tráfico de esclavos de África a América, Reforma Luterana, aumento desorbitante en el precio del trigo. También en esta época se desplegó el auge del Renacimiento y una notable influencia del Imperio Otomano en pugna con el Imperio Español; ambos con un gran legado cultural que llega hasta hoy, pero también con crueles enfrentamientos por la hegemonía del poder y la conquista de territorios. En América fueron tiempos de aniquilamiento de civilizaciones por las nuevas enfermedades, las guerras y la forma de vida primitiva que no permitía una adaptación saludable a las nuevas formas de trabajo impuestas por los colonizadores, y de la Inquisición en el Nuevo Mundo.
Coincidencia o no, todo nos lleva a pensar que estas influencias no son indiferentes para los cambios de época en la humanidad.
Son esperables guerras, fuertes conflictos entre el pueblo con la autoridad, problemas económicos en muchos países, descubrimientos, nuevas maneras de ejercer el poder, redefinición de estructuras institucionales en el ámbito de la familia, de la religión, de los gobiernos; fenómenos naturales de gran intensidad que no excluye cuestiones relacionadas con la salud, por la presencia de Urano en Tauro (la revolución de la Tierra, el cuerpo y los recursos materiales) y la de Neptuno en Piscis (las grandes olas submarinas llegan a las costas) más el tránsito de Marte activando estas poderosas influencias determina que nada de esto será fácil ni aceptado con sumisión. Lo que es arriba es abajo; y también lo que es adentro es afuera y ahí es en donde entra a jugar la voluntad y el libre albedrío en un marco de responsabilidad.
Como universos completos, con campo magnético incluido, cada uno de nosotros tenemos estas energías en nuestro interior. Esas energías son las que tenemos a nuestro alcance y las que pueden hacer la diferencia en la manera en la que vivimos estas influencias externas
Lo interesante de ser conciente de lo que sucede en el cielo, es que podemos entender no sólo lo que nos está pasando sino lo que pasa a nuestro alrededor porque aunque no creamos, aunque no sepamos, aunque no los entendamos, esas influencias existen y negarlas o ser indiferente a ellas no hace que desaparezcan o no influyan.
Les deseo un tiempo de reflexión, de toma de conciencia, de reformulación de nuestra manera de relacionarnos con los recursos naturales, con el dinero y con nuestro cuerpo como materia a través de la cuál se manifiesta nuestra energía vital y en la cual las influencias externas se relacionan con nuestro más interno espacio del ser.

Comentarios

  1. te dejo mi correo indiablanca@rocketmail.com - - Un abrazo

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  2. Querida Lobesia, espero que estés bien. Leí tu interesantísimo artículo "La carta astral del coronavirus y el futuro posible " Qué opinás de la fecha 17/11/2019 como inicio del covid19 ?
    Hay una nota mencionando que el paciente 0 en China se registró ese día. Me interesa mucho tu respuesta, muchas gracias!

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