Acuario y la Luna nueva

Primer novilunio de 2020 y de la década

El tránsito de la Luna por el cielo fue el primer calendario que las civilizaciones primitivas utilizaron para organizar sus tiempos, comprendiendo que su movimiento alrededor de la Tierra produce numerosas influencias en ella y en nosotros, como cuerpos terrestres con un propio campo magnético interactuando con todos los otros. También somos cuerpos astrales en nuestro aspecto energético y nos relacionamos con los demás cuerpos astrales, dependiendo de nuestra ubicación en latitud y longitud dentro de la Tierra y la proximidad de esos otros cuerpos astrales.
La Luna tiene una órbita de 28 días alrededor de la Tierra y dura aproximadamente dos días en cada espacio sideral de influencia arquetípica. De esta manera, cada 28 días la Luna vuelve a estar en ese espacio.
La rueda astral tiene doce espacios de influencia arquetípica por lo cuál, dependiendo en dónde esté la Luna en nuestra propia rueda astral y en que espacio de influencia esté afectado en el tránsito mensual de la Luna es el espacio de nuestra vida que se verá afectado a medida que ella avanza.
Este satélite no sólo está vinculado a los ciclos de siembra y cosecha, sino de inicio y final. Influye en todos, pero por su calidad femenina, especialmente a las mujeres y al aspecto femenino de nuestro ser y sentir. A nivel astrológico tiene aspectos relacionados a lo emocional, a lo primitivo y ancestral, a lo profundo, a lo inconciente y oscuro.
La Luna nueva es un inicio de ciclo que se cierra en la Luna llena en el mismo signo, que sucede seis meses después. Para graficarlo mentalmente podemos imaginar lo que sucede con una semilla durante los seis meses desde su siembra bajo tierra, desde que surgen el brote y las raíces hasta el fruto maduro. Es un ciclo natural perfecto y es exacto en las semillas emocionales que podemos llamar intenciones, objetivos, deseos.
Este es un momento propicio para todo eso, no sólo porque es la primera luna nueva del año sino también de la década.
Se está produciendo en este momento, el 24 de enero de 2020 a las 18.40 en hora de Argentina, en el signo de Acuario.
El arquetipo acuariano es revolucionario y colectivo, es un espacio energético influenciado por los cambios, las transformaciones extremas, la evolución, la innovación, la renovación. Acuario es una energía que no trabaja sola sino que contagia, atrae, expande, arrasa. Vinculado a la libertad y el desapego es, también, un arquetipo de característica fíja. Puede parecer contradictorio que un signo relacionado con el cambio, la fluidez y el movimiento se considere energéticamente fijo. Esto está vinculado a la estructura interna, no se siente cómodo en el cambio si no lo ha decidido, no se compromete hasta que no está seguro, y una vez comprometido no cede su promesa. Acuario es un arquetipo noble y responsable, fiel a sus convicciones (convicciones atípicas pero convicciones al fin).
A los nacidos bajo el ascendente acuariano, quienes han nacido en el amanecer entre el 20 de enero y el 20 de febrero, este novilunio les anuncia una tranformación intensa en lo personal.
También es un novilunio importante para los nacidos bajo el arquetipo ascendente de cáncer, pues por la hora en la que se produce esta luna llena, el ascendente está en el espacio canceriano, regido además por la Luna.
Si hablamos de novilunio, hablamos de Sol y Luna en el mismo grado de conjunción astral, por lo cuál ambos dos se encuentran en el mismo espacio de influencia astral, en Acuario y en oposición a Leo. No es un novilunio cualquiera porque el Sol es el regente de Leo y la Luna está opacando emocionalmente a estos reyes dorados del horóscopo. Por otro lado, con un ascendente en el arquetipo de Cáncer, su opuesto Capricornio sigue estando con la concurrencia de las importantes influencias de Saturno, Plutón y Júpiter, en tensión energética.
¿Qué está pasando, además del novilunio, en Acuario? Está Mercurio en conjunción haciéndoles volar la imaginación, algo que no cuesta demasiado, activando su mente innovadora, encontrando ángulos de análisis y visiones extremas, queriendo ir más allá de lo conocido. Mercurio rige a Géminis, por lo cuál los geminianos también estarán con su mente opacada y con una exacerbación de las emociones (algo que no les hace sentir muy cómodos).  Por otro lado, en el opuesto a Géminis se encuentra Marte en Sagitario, impulsando acciones que encuentran a los geminianos un poco por sorpresa, ya que su cielo mental está nublado. Marte rige a Aries, que en esta lunación se encuentra en el espacio superior de la rueda astral: el rol social. Los arianos van a estar muy bien aspectados con este novilunio, por oposición a los librianos, que estarán enfocados en situaciones de familia y hogar, de vínculos cercanos. Me están quedando los taurinos que tienen protagonismo también en esta lunación porque allí se encuentra Urano, regente de Acuario, revolucionando su tranquilidad terrenal. Y por oposición a Tauro, los escorpianos, otro arquetipo fijo y oscuro, de agua, que con este tránsito se verá afectado por inquietudes, tensiones, ansiedad, estrés. Virgo y Piscis están tranquilos en este aspecto, pero los piscianos con Neptuno y Venus en conjunción estarán con un romanticismo utópico e idealizante.
Por lo demás, es un novilunio importante para repensarse en lo individual , sobre todo en la relación con nuestro cuerpo y con el medioambiente, y en relación con los demás; en la toma de conciencia sobre las acciones propias y colectivas; en lo que queremos alcanzar y con quiénes. Que los próximos seis meses sean de trabajo innovador, creativo y conjunto, y que en agosto empecemos a ver los primeros frutos de eso que hoy es importante en nuestro espacio interno, emocional y vincular.