La astrología humanista y la interacción energética
"Somos pequeños universos habitados en interacción cósmica"
La astrología no está considerada una ciencia, y por eso se la confunde con el gran universo de charlatanería reinante, en donde las personas no saben muy bien qué y cómo hace cada uno para sus propósitos "humanitarios".Los charlatanes
Ayer, con un amigo, hablábamos de "charlatanes" como esas personas en las que otras personas confían para que "mágicamente" se solucionen los problemas de su vida. No me gusta mucho el adjetivo, pues considero que todas las personas tenemos dones que sobrepasan nuestra capacidad racional y cada cuál utiliza diversas herramientas para exteriorizarlos. Pueden ser velas, sahumerios, rituales con santos o entidades espirituales, limpiezas áuricas en cuerpos y casas. En algunos casos hasta se sacrifican animales con el propósito de que el animal se lleve lo "malo" que tiene una persona. No voy a emitir un juicio de valor sobre esto porque estoy convencida de que hay fuerzas poderosas que no vemos y que intervienen para nuestro bien y mal sin que la mayoría de los mortales sepa como lidiar con ellas para sus propósitos. Pero lo que sí sé es que la vulnerabilidad con la que algunas personas realizan este tipo de consultas y actividades puede provocar un empeoramiento de la situación si quien lo ejecuta no sabe trabajar realmente con esas energías. En otros casos puede resultar exitoso pero esto convierte al consultante en una persona dependiente de la herramienta que utiliza para su bienestar y en un observador pasivo de cómo otros interfieren en energías que ellos mismos están provocando.
Si esto, además, es pagado con excesivas sumas de dinero ya no se trata de una ayuda sino de un negocio y el karma con el que deberán cargar quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de otros para su propio beneficio disminuirá la fuerza del don, si lo tuviera. No digo que no haya que cobrar, pues si la persona que recibe la ayuda no da nada a cambio, tampoco están equilibradas las fuerzas intervinientes. Hay personas que dedican su vida a ayudar a otras y no es justo que vivan de la limosna. Pero cobrar una consulta espiritual más de lo que cobraría un médico es un abuso.
Incluso podrán decirme que un médico invierte muchos años de su vida en estudiar y especializarse. Créanme que el que realmente trabaja con energías ha invertido el mismo tiempo y quizás también dinero, puesto que son muy pocos los lugares en donde estas cuestiones se estudian gratis.
¿Qué tiene que ver la astrología con esto?
Muchas de las personas que hacen rituales han estudiado astrología y saben de la influencia de los planetas en los cuerpos humanos. Lo que sucede con la astrología es que no manipula las energías, sólo las conoce, sabe su influencia, ayuda a prevenir cuestiones complejas y puede entender el por qué una persona se siente mal y cómo focalizar el problema para superarlo desde el interior, en donde se encuentra el mismo mapa celestial, porque "como es arriba, es abajo; como es afuera, es adentro".
La astrología humanista se diferencia de la astrología clásica en el enfoque. Mientras que la astrología tradicional aborda la carta astral como un mapa de "destino", la astrología humanista lo utiliza como una herramienta de autoconocimiento y superación. También está la astrología evolutiva, cuyo enfoque se centra en el "propósito de la vida".
Las energías astrales se configuran en arquetipos de conciencia cuya influencia se manifiesta en los distintos aspectos de nuestra vida. Nacer con el Sol en un signo es apenas un reflejo mínimo de la personalidad, sobre todo si la ubicación del Sol no coincide con el Ascendente (espacio oriental del cielo en la hora de nuestro nacimiento). A los efectos de identificar la forma en la que una persona se sentirá cómoda en su desarrollo social, en sus vínculos de pareja, trabajo, familia y amistad, empiezan a jugar las ubicaciones de todos los planetas de acuerdo a la influencia energética de ellos sobre una determinada latitud y longitud de la Tierra y la posición de cada uno en el espacio sideral. Pero desde el enfoque de la astrología humanista, esa posición de los planetas marca una influencia no sólo en la Tierra y en la sociedad a nivel colectivo, sino en el individuo como un universo personal con características propias y un campo magnético específico.
Con al avance de la tecnología se ha podido determinar que todos los seres que habitan en la Tierra tienen un campo magnético, hasta las piedras. Existe un aparato llamado expectrómetro de rayos X, en donde a través de la observación bajo ondas, las piedras emiten un expectro lumínico que, de acuerdo a su longitud de onda, determina el tipo de material del que se trata.
Estos mismos aparatos se utilizan para observar a cualquier ser vivo en determinada circunstancia y con diferentes propósitos, esto ha permitido el avance de la medicina en cuanto al diagnóstico de enfermedades.
De igual manera, a partir de la observación de estas diferentes longitudes de onda se pudo diagnosticar el agujero de ozono en la atmósfera terrestre.
La longitud de onda no es otra cosa que la energía que emitimos, y esa energía se manifiesta de múltiples maneras no sólo en el campo magnético de la Tierra sino en nuestro cuerpo, en nuestra mente, en nuestro espacio astral humano.
El campo magnético de la tierra
Pocos deben haber escuchado la palabra "toroide", es la denominación del campo magnético de los objetos. Los planetas tienen su toroide. El campo magnético de la Tierra se genera a partir de las aleaciones de hierro fundido del núcleo, pero hay estudios que determinan que también influyen en su formación la hematita presente en el manto terrestre.
Sin detenerme demasiado en cuestiones más astronómicas que astrológicas, les muestro unas imágenes. La primera que les voy a mostrar es la del campo magnético de la Tierra:
Parece un alien, ¿no? De todas maneras, esta imagen les va a fascinar más abajo. La imagen que sigue es una magnetósferra terrestre alterada:
Las alteraciones en la magnetósfera se producen por los cambios en las aleaciones de hierro del núcleo terrestre. Se sabe que los polos electromagnéticos de la Tierra van cambiando, pero últimamente lo están haciendo a un ritmo más acelerado y por afuera de lo esperable. De esta manera, el "chorro" de hierro fundido del núcleo se corre desde Canadá a Siberia, pero como el manto de Siberia es más duro y algo está pasando bajo el suelo de Canadá, el polo se corre cada vez más rápido hacia Rusia.
Vamos a Venus: técnicamente no tiene campo magnético, pero la radiación solar está produciendo una "cola" de plasma, lo cuál induce a pensar que ese planeta está reconectando sus polos electromagnéticos. En la imagen, una simulación entre la magnetósfera terrestre y la cola de Venus.
Marte tiene también su propia magnetósfera:
A continuación, una imagen que a mí me perturbó bastante. Es Marte (obviamente con su propia magnetósfera) dentro de la cola de la magnetósfera terrestre. O sea... empezamos a ser un poco concientes de las influencias energéticas. No sucede todo el tiempo, ya que tienen ritmos de rotación y traslación orbital diferente. Marte tarda dos años terrestres en dar su vuelta al sol. Sólo cada dos años sus órbitas están en esta posición. Desde agosto de 2019 esto está más o menos así, sumando la cola de Venus y la magnetósfera de Mercurio, que pasó por adelante del sol en noviembre del año pasado. Las cuatro magnetósferas alineadas del mismo lado del sol. Hermosa conjunción energética.
Los cambios en la magnetósfera no se producen sólo en la Tierra. Vean en las siguientes imágenes la simulación de la magnetósfera de Júpiter, era como una mariposa astral pero se ha modificado también.
Si vamos a Saturno es un caso que no pueden resolver porque además de su propia magnetósfera, su energía planetaria irradia plasma caliente que altera la misma todo el tiempo; es caótica mientras los iones invisibles que forman sus anillos permanecen atrapados e invariables en el campo electromagnético del planeta.
Hay otro planeta que tiene sus particularidades y es Urano. Es el más extraño de todos porque la inclinación axial de su órbita está casi perpendicular a la de los demás planetas. Se estima que el choque con un objeto produjo que se inclinara de tal manera. Por eso su energía es de choque, directa y arrasadora. El rebelde del sistema solar, el desestabilizador, el que va a contramano. En la siguiente imagen, la comparación de los ejes axiales de los campos electromagnéticos de los planetas y a Urano casi acostado entre los demás.
Vamos a Neptuno y Plutón, los más lejanos pero no menos importantes. Sus magnetósferas son diferentes y sus núcleos no están centrados. Al igual que en el caso de Urano, se estima que el choque con otros objetos ha producido los cambios en sus estructura y variado la densidad y forma de su campo magnético.
Me dirán que están lejos, que ese campo magnético es para evitar el daño del viento solar (ciertamente dañino) y no para atraer otras energías. Pero resulta que el fenómeno de la aurora boreal es exactamente eso: el campo magnético de la Tierra desviando viento solar y absorbiendo las energías de los demás campos magnéticos involucrados.
Les muestro una imagen del sistema solar, imaginen a todos esos planetas con sus campos magnéticos interactuando entre sí y con el campo magnético del Sol. Es una masa energética.
¿Quieren más energía? Vean el sistema solar dentro de la Vía Láctea:
¿Alguien puede decir a conciencia que no estamos influidos por esta energía?
El campo magnético humano
Les había dicho que somos energía con diferente longitud de onda. Nuestros cuerpos tienen sus propios circuitos energéticos de entrada y salida. Esta es la imagen de un toroide humano:
Acá es donde la astrología humanista toma campo de acción, para hacernos concientes de la influencia de las energías externas en nuestras propias emociones y de la influencia de nuestras emociones en la longitud de onda proyectada hacia los demás. Mantener nuestro campo magnético en alta frecuencia vibratoria es nuestra responsabilidad. Las energías externas pueden llegar, pero es en nuestro propio axis energético en donde se transforma para ser guiada hacia cada parte de nuestro cuerpo y hacia los cuerpos de los demás.
Todos tenemos nuestro propio campo magnético, y al interactuar con otras personas, estos campos se tocan, produciendo una nueva energía que transforma a las dos o más involucradas. Es lo que popularmente llamamos buena o mala onda. Es literal, la longitud de onda de nuestro toroide percibe la longitud de onda de los demás toroides y decodifica esa energía conforme a patrones inconcientes para nuestra mente pero absolutamente concientes para nuestro ser energético.
La amplitud de onda del campo magnético se relaciona con las emociones. Vean:
Les muestro algo precioso: el campo magnético de dos cuerpos abrazados y el flujo de energía que funde ambos toroides en uno:
Mientras más largo es el abrazo, mayor contacto energético. Si vemos de nuevo la imagen de dos campos magnéticos de diferente tamaño según la longitud de onda vibratoria de sus emociones, imaginemos la sanación energética que experimenta alguien con miedo al ser abrazado por un ser amado y amoroso. Ese cambio energético influye en nuestro cuerpo, en nuestras glándulas, en nuestras hormonas, en el sistema nervioso. Los abrazos sanan, no es ciencia, es metafísica y tan real como el viento, el calor y el frío; no se ven pero se sienten y transforman.
Si en este abrazo dos seres tienen un contacto sexual, es porque la energía de ambos produce una atracción específica de la misma longitud de onda vibratoria y la compenetración energética es aún más fuerte y poderosa.
Si todo lo dicho no ha sido suficiente para entender por qué estudiamos las energías desde la más grande a la más pequeña, una última imagen:
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